Cuidado con tus Palabras
Textos de Introducción:Mateo 12:34-37Versículo 36 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
Introducción al Mensaje:Job 6:25 “¡Cuán edificaces son las palabras rectas!Nuestro Señor Jesucristo dijo claramente: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.Si nosotros pudiéramos entender la importancia de pensar y meditar bién las palabras que salen de nuestra boca, nos evitaríamos muchos problemas y situaciones vergonzosas. Proverbios 21:23 dice: “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustia”.Esta es una gran verdad.¡Cuántas personas hoy en día están sufriendo por una palabra mal expresada! En una ocasión el Espíritu Santo inspiró a Santiago a escribirle una carta a la iglesia, y les habló sobre el cuidado que debemos tener con el uso de nuestra lengua. Le hizo una advertencia aún a los que se querían hacer maestros en la congregación repitiendo palabras de otros, sin vivir lo que enseñaban y habló de cómo ofendemos con nuestras palabras sin tener en cuenta que ellas hieren los sentimientos y emociones de los seres humanos hasta el punto de provocar tragedias. Recomendó que deberíamos aprender a refrenar nuestra lengua porque a pesar de ser un miembro pequeño del cuerpo, tiene el poder de hacer mucho daño, y en sus propias palabras dijo: “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, cuan grande bosque enciende un pequeño fuego”. “La lengua es un fuego, un mundo de maldad, la lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”. (Santiago 3:5-6). Terribles palabras, pero grandiosa verdad. Cuantos movidos por la ignorancia, el enojo, el celo, la envidia y el odio han manchado con palabras la imagen de un ser humano. Lo peor de todo esto es que muchos con la misma boca que bendicen a Dios, maldicen a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. Santiago 3. ¡Cuidado con tus palabras! Proverbios 13:3 dice: “El que guarda su boca, guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad”.
Hay muchos que sin darse cuenta se están haciendo mucho daño condenándose a sí mismo con sus propias palabras. Yo tengo una norma en mi vida que he tratado de seguir y es que evito responder a las provocaciones por las críticas destructivas de personas que no pueden controlar y refrenar su lengua de proferir condenación sin tener todos los elementos de juicios a la mano. Yo se que el enemigo desea que yo me justifique desmintiendo a mi prójimo en su observación y le eche por tierra su imagen. Pero yo me mantengo firme en lo que la Biblia enseña que no juzgues para que no seas juzgado. Es una pena que personas que reflejaron piedad de la noche a la mañana estén hablando sin misericordia de su prójimo enciendendo un fuego, que están destruyendo y matando, amparados en sus experiencias negativas con la persona en cuestión, sin recordar las experiencias positivas que a través de las relaciones humanas vivieron. Tu eres bueno mientras estés disponible a la necesidad de tu prójimo 24 horas al día; el día que no estés disponible eres malo y por tal razón hay licencia para abrir la boca y hablar cosas que no edifican ni dan gracia al oyente. Efesios 4:29 dice “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes”. La palabra corrompida significa, dañina, alterada, descompuesta, perversa y viciosa. Amado, cuidado con tus palabras. Si no estas edificando y trayendo gracia, que es gentileza, gozo, alegría, compasión, caridad y favor, entonces estas destruyendo y trayendo desgracia a tu vida, porque lo que tu siembras es lo que has de cosechar. Eclesiastés 10:12 dice “Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, más los labios del necio causan su propia ruina”. Es importante que dejemos claro otro punto, y es que debemos saber la diferencia que hay entre hablar y confesar. He oído muchas veces a personas decir: ¡Cuidado con las confesiones negativas! Vamos a definir lo que es una confesión. Confesar es manifestar algo que se ha mantenido oculto. Declarar la verdad obligado por las circunstancias. Reconocer uno lo que no puede negar por motivo de la razón fe, etc. Así que cuando hay una confesión esta de por sí es positiva, porque si lo que expresa es negativo entonces dejó de ser una confesión y lo que se hizo fue expresar un pensamiento o articular palabras. ¿Qué es hablar? Es articular palabras, expresar un pensamiento, comunicar, decir o hablar por hablar. Lamentablemente muchas veces se dicen cosas sin fundamento que rayan en errores lamentables que afectan nuestras vidas físicamente y espiritualmente; por ejemplo: Yo no sirvo para nada, no tengo perdón de Dios, me estoy muriendo, Dios no me oye, Dios no me oye, etc. Hay que tener cuidado, yo creo que es más saludable confesar que somos hijos de Dios, herederos de El, lavados por su sangre y redimidos por su poder que decir yo no sirvo para nada o yo no soy nadie. La confesión tiene gran poder cuando reconocemos algo que no podemos negar y es que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13). Lee Romanos 10:8-9 y veras que la confesión trae salvación.“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Una palabra cruel, puede destruir una vida.
Una palabra amarga, puede crear odio.
Una palabra brutal, puede golpear y matar.
Una palabra agradable, puede suavizar el camino.
Una palabra a tiempo, puede ahorrar un esfuerzo.
Una palabra alegre, puede iluminar el día.
Una palabra con amor y cariño, puede curar y bendecir.
Que Dios te Bendiga.
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2 comentarios:
me gusto mucho todo lo que lei, Dios te bendiga y te de cada dia mas sabiduria.
me gusto mucho todo lo que lei, Dios te bendiga y te de cada dia mas sabiduria.
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