martes, 15 de enero de 2008
“La paz de Dios gobierne en tu corazón”
Textos de IntroducciónColosenses 3:15“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”Job 22:21“Vuelve ahora en amistad con El, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bién”
Introducción al mensaje: Si hay algo que los seres humanos desean tener y nunca perder, eso se llama paz. Lamentablemente es lo menos que la gente tiene. Los seres humanos están hundidos en las tensiones y aflicciones de este mundo, desesperados tratando de encontrar un alivio permanente para su estado de ansiedad y tensión nerviosa que aparte de afectarles emocionalmente, les afecta físicamente. Médicamente está probado que las tensiones o el estrés son el causante de la mayoría de las enfermedades. Una de las definiciones de estrés o stress es: “Situación de un individuo o de alguno de sus órganos o aparatos, que por exigir de ellos un rendimiento muy superior al normal, los pone en riesgo próximo de enfermar”.
También son: “Estímulos negativos que se perciben a través de los sentidos que alteran la conducta normal del individuo”. El estrés afecta el sistema cardiovascular, el digestivo, el nervioso provocando reacciones de alarmas.
Hoy, lo estamos viendo claramente; Las enfermedades son las que gobiernan nuestra mente, manipulada por estímulos negativos provocando que desde el sonar de un reloj despertador, tengamos que salir disparados de nuestra cama y con las manos puestas sobre nuestra cabeza tener que exclamar: ¡Como puede ser, si acabo de acostarme ahora mismo! Y esta exclamación no es otra cosa que la evidencia de lo agotados que estamos, emocionalmente y físicamente.
Nuestras mañanas, están llenas de tensión, de conflictos con nuestros seres queridos, de miedo al trajín de la vida; problemas económicos, familiares, sociales, físicos, son la respuesta a el descontrol que gobierna nuestra mente y todo esto no es otra cosa que el resultado de la enfermedad espiritual que vive el hombre y la mujer que está descuidado en su relación personal de amistad con Dios. Como nos duele ver seres humanos llenos de conflictos emocionales, enfermos físicamente, venir a los altares de nuestras iglesias buscando salud. En fe clamamos al Todopoderoso para sanidad, ya has habido muchos que han testificado, que tan pronto se oró por ellos sintieron una hermosa paz, evidencia de la salud que estaban experimentando en el momento.
Pero no bién salieron por las puertas del lugar de adoración la enfermedad se apoderó de ellos de nuevo. ¿Por qué este fenómeno? Muchas personas desconocen que cuando un ser humano sufre un coraje producto de un estímulo negativo, se le envenena la sangre con adrenalina. ¿Qué es adrenalina? Hormona secreta por la porción medular de las glándulas suprarrenales que acelera el ritmo cardíaco, aumenta la presión arterial, dilata los bronquios, estimula el sistema nervioso central, producto de un estímulo negativo que se percibió provocando una reacción de alarma. ¿Sabía usted que el cuerpo humano se tarda aproximadamente treinta días en purificar la sangre del exceso de adrenalina, despúes de sufrir un coraje? Es por eso que como Pastor y predicador del Evangelio de buenas novas, quisiera dejar claro que ¿De qué nos vale estar orando por las enfermedades de la gente y no orar por lo que produce la enfermedad?
En otras palabras son muchos los que han sido sanados, pero no bién salen por las puertas de la iglesia sufren un coraje, donde se les envenena la sangre provocando que el cuerpo se enferme de nuevo. Es mas; ¿Sabía usted que hay personas que viven la vida envenenados todo el tiempo porque no pasan 30 días sin sufrir un coraje?
Piense en lo que estamos diciendo, no hay ni 30 días de paz, sosiego, descanso, serenidad, y armonía porque nuestra mente está siendo gobernada por el estrés. Dios no desea que usted viva en un estado deprimente de tensión y sin paz. Por que si hay algo que Dios desea es que usted esté siempre gozoso. 1 Ts. 5:16, establece el deseo de Dios de que usted disfrute la gloriosa presencia de su Espíritu Santo. En San Juan 14:27 la Biblia registra que Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Paz, es descanso, sosiego, salud, victoria sobre tu enemigo. Paz, es estar en armonía con Dios, con la naturaleza, con el prójimo y con uno mismo. En Mateo 11:28 Jesucristo dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
En otras palabras, y o daré victoria sobre el enemigo. Usted tiene que ser libre de las tensiones que lo están destruyendo, usted necesita la paz de Dios. La Biblia encierra en sus páginas un sin número de textos bíblicos que son las promesas de paz y victoria para aquellos que estén dispuestos a confiar y creer en El.
Job 22:21 lo dice claramente; Y para los que tienen mucho conocimiento teológico; sí fue cierto que estas palabras fueron pronunciadas al justo Job en forma injusta, porque el sí, estaba amistado con Dios, aunque no dejó de quejarse del mal que le afligía, pero esto no quiere decir que las palabras escritas en Job 22:21 no sean un buen consejo para el que está descuidado en su relación de amistad con Dios. Primero “Vuelve ahora en amistad con Dios, y tendrás paz y por ello te vendrá bién”. Job 22:21. ¿Deseas estar en victoria? El paso número uno es amistarse con Dios, cuando el hombre se encariña con Dios y desarrolla amor para el, Dios lo rodea de paz y bienaventuranzas. Segundo “Toma ahora la luz de tu boca, y pon sus palabras en tu corazón”. Job 22:22. El segundo paso es guardar los mandamientos de Dios y toda su Palabra en el corazón. El Salmista dijo: “En mi corazón he guardado tu Palabra para no pecar contra ti” (Salmo 119:11). Pero no solamente que guardemos los mandamientos, sino también sus promesas, y cuando viene la crisis, la Palabra de Dios en ti ha de producir victoria sobre la crisis, por que tu podrás exclamar “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13. Tercero, "Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción”. Mira a Dios como lo que en realidad El es, el Dios que todo lo puede. Y si este destruido, serás edificado y alejarás de tu casa la aflicción. Amístate con Dios, dale una oportunidad al Príncipe de la Paz. (Isaías 9:6) para que gobierne en tu corazón. A través del conocimiento de su Palabra podrás conocerle mejor y lo aceptarás como tu Salvador personal y verás que estarás para siempre en victoria sobre el enemigo y su paz estará contigo.
Medite en esta riqueza literaria del Escritor Strong. Paz es plenitud, totalidad, integridad, salud, bienestar, seguridad, solidez, tranquilidad, prosperidad, perfección, descanso, armonía. La ausencia de discordia o agitación. Shalom viene de paz verbal shalam, que significa perfecto, pleno o completo. Por lo tanto, Shalom representa mucho más que la ausencia de guerra o conflicto, es la plenitud que toda la humanidad busca.Textos a escudriñar: Lucas 1:79, Salmo 29:11, Salmo 119:165, Isaías 26:3, Isaías 48:18, Juan 16:33, Filipenses 4:7, Isaías 53:5, Hechos 10:36, Romanos 5:1, Efesios 2:14, Colosenses 1:20.
Que Dios te Bendiga. Pastor Nick Acevedo
La fe salvadora
Textos de Introducción:Marcos 8:8“Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la Palabra, y mi criado sanará.”
Introducción al Mensaje: Maravillosa experiencia la de aquellos que tuvieron el privilegio de ver a nuestro Señor Jesucristo en persona. Fueron miles los que lo vieron en acción y en muchas ocasiones más de 15 mil personas le seguían, ya que la Biblia nos registra que en un día le dio de comer a cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños. La verdad es que le seguían por que habían quedado impactados por su presencia, cada milagro era un despertar que provocaba que el pueblo deseara estar al lado de Jesús de Nazaret. En una ocasión entrando en la ciudad de Capernaum, un centurión se le acercó; nótese que no fue un paralítico, ni un ciego, ni alguien que tuviese enfermo o con una necesidad personal, sino un soldado romano, comandante en jefe de cien soldados del ejército romano.
Este acercamiento pudo haber provocado honda preocupación en los discípulos del Maestro Jesucristo. Los romanos eran los que gobernaban, ya que militarmente habían conquistado a los israelitas. Ellos pudieron haber pensado que por lo alborotado que estaba el pueblo con esta nueva figura que se había levantado, había que tomar acción o solamente meditar en la tremenda congestión de tráfico que había en el camino.
De todas las formas los discípulos muy bién pudieron estar preocupados con la figura del Centurión Romano que se acercó a Jesús. Tremenda sorpresa se llevaron cuando oyeron al centurión decir “Señor”. ¿Señor? ¿Cómo era posible que un centurión romano llamara Señor un muchacho hebreo, máximo cuando para ellos César era el único señor. Pero definitivamente lo llamó Señor porque el había tenido que estar observando a este personaje maravilloso por algún tiempo y estaba convencido que era más que un muchacho hebreo, que era Señor. La historia bíblica dice que el centurión le presentó a Jesús la condición de un esclavo de su propiedad que estaba postrado, paralítico y gravemente atormentado. Esta petición nos revela claramente que a pesar de ser un militar, quizás hombre de guerra, era un ser humano de buenos sentimientos. Jesús muy bién pudo haber rechazado la petición de este hombre ya que era un gentil pagano, pero lo maravilloso de Cristo es que Él no hace acepción de persona, Él muy bien le pudo haber dicho, si no eres de mi nacionalidad, de mi religión no te puedo ayudar, o le pudo haber dicho, mi agenda de trabajo está muy cargada y no tengo tiempo para ti. Ese tipo de prejuicio y falta de elasticidad lamentablemente es una de las proyecciones que se refleja en vida de muchos de los que estamos en posiciones de liderazgo social y espiritual. Sin embargo, la tradición judía daba el derecho de tener este prejuicio y si había alguien que estaba ocupado era Él, pero cuando el amor y la misericordia es lo que mueve a un ser humano a ser líder de un pueblo, los prejuicios y las agendas comprometidas no controlan nuestro proceder, sino el amor que todo lo puede. Es importante notar que tampoco Jesús mostró incapacidad al oír que el siervo del centurión estaba paralítico y gravemente atormentado.
Me apena tener que decir esto, pero la iglesia del Señor debe de tomar una postura más agresiva con respecto a la autoridad que debemos mostrar sobre las enfermedades y la manifestación de malicias espirituales. El término “gravemente atormentado” significa estar bajo el ataque de malicias espirituales. La Biblia establece muy claramente que estas manifestaciones son reales y verdaderas y no podemos pasarlas por alto y mucho menos tenerle miedo. La Palabra de Dios dice claramente en Marcos 16:17, “Y estas señales seguirán a los que creen en mí nombre, echaran fuera demonios”, y el versículo 18 dice: “Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán”. Jesús en ningún momento dijo: “déjame ver si puedo conseguir a alguien que pueda ir conmigo para ver si podemos hacer algo por el”. El dijo: Yo iré y le sanaré”. Con la autoridad para levantar, sanar y libertar al siervo del centurión. Esa determinación debería estar presente en la vida de todos los que decimos que somos seguidores de Cristo y hacedores de su Palabra. Esta fue una expresión firme, que resonó en el corazón del centurión tan fuerte que este reaccionó y dijo: “No Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo”. Aquí vemos como este hombre reconoció en Jesús su santidad y majestad y a la vez reconoció que el era pecador. Pero el tenía fe de que si Jesús expresaba la palabra de sanidad su mozo se levantaría, sanaría y sería libertado. “No mi Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, solamente dí tu palabra y mi mozo sanará”. Jesús estaba maravillado de tal expresión, quizás hasta el punto que le centurión añadió y dijo: “Yo soy hombre bajo autoridad y cuando doy órdenes a mis soldados ellos obedecen”. En otras palabras le dijo a Jesús, tu autoridad es mayor que la mía. Jesús expresó estas palabras: “Aún en todo Israel no he hallado tanta fe”.
Fue tan movido por la fe de este hombre que le dijo: “Como creístes te sea hecho” y dicen las Escrituras que su mozo sanó. Maravillosa experiencia de este simpatizante de Jesús. Pero hay un detalle que me preocupa y es que, yo pienso que si algo deseaba Jesús era, no solamente sanar al criado, sino también salvar al amo. Este hombre tuvo fe extraordinaria para un milagro de sanidad, pero no tuvo fe para un milagro de salvación. Hoy en nuestros días diariamente se repite algo parecido, nuestras iglesias están llenas de simpatizantes que tienem fe para recibir milagros, pero cuando se les hace un llamado para aceptar a Jesucristo como Salvador personal, su contestación es: “Yo no soy digno de que Jesús more en el corazón de mi casa”. En otras palabras dicen que no pueden comprometerse con Dios hasta que dejen esos comportamientos pecaminosos que los hacen sentir NO dignos de Dios. ¡Que tremendo error! Nadie tiene el poder de ser libre del pecado, sino es por la libertad que ofrece Jesucristo. A Cristo hay que venir tal y como estamos con todos nuestros pecados e imperfecciones, esta es la grandeza de Dios que Él es un especialista en cambiar y transformar la vida de un ser humano y libertar al que está esclavizado por el pecado y limpiarlo de toda maldad. A los simpatizantes de Evangelio les digo, de que se vale a usted venir a la iglesia, cantar nuestros coritos, dar hasta ofrendas, ser sanado de una enfermedad física y nunca haber ejercido fe para ser salvo y sano de la enfermedad del pecado que ha de producir muerte eterna.
Definitivamente el centurión era “buena gente”, “un hombre de buenos sentimientos”, pero era un pecador no arrepentido. Yo creo que es mejor ser un ladrón arrepentido que ser “buena gente” no arrepentido. Lea la historia de Zaqueo (Lucas 19:1-10). El fue un ladrón pero supo ejercer fe para ser salvo y se arrepentió. ¿No cree usted que es mejor ser perdonado, salvado e hijo de Dios que un simpatizante sin derecho a la vida eterna?
Dale hoy tu corazón a Cristo. El se encargará de lo demás y experimentarás el gozo que Zaqueo experimentó al arrepentirse de su pecado. Romanos 5:1 dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Lea Jn. 3:15, Jn. 5:24, Jn. 11:25, Jn. 12:46, Jn. 20:31 y Ro. 10:9.
Dios les bendiga.
Cuidado con tus Palabras
Textos de Introducción:Mateo 12:34-37Versículo 36 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
Introducción al Mensaje:Job 6:25 “¡Cuán edificaces son las palabras rectas!Nuestro Señor Jesucristo dijo claramente: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.Si nosotros pudiéramos entender la importancia de pensar y meditar bién las palabras que salen de nuestra boca, nos evitaríamos muchos problemas y situaciones vergonzosas. Proverbios 21:23 dice: “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustia”.Esta es una gran verdad.¡Cuántas personas hoy en día están sufriendo por una palabra mal expresada! En una ocasión el Espíritu Santo inspiró a Santiago a escribirle una carta a la iglesia, y les habló sobre el cuidado que debemos tener con el uso de nuestra lengua. Le hizo una advertencia aún a los que se querían hacer maestros en la congregación repitiendo palabras de otros, sin vivir lo que enseñaban y habló de cómo ofendemos con nuestras palabras sin tener en cuenta que ellas hieren los sentimientos y emociones de los seres humanos hasta el punto de provocar tragedias. Recomendó que deberíamos aprender a refrenar nuestra lengua porque a pesar de ser un miembro pequeño del cuerpo, tiene el poder de hacer mucho daño, y en sus propias palabras dijo: “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, cuan grande bosque enciende un pequeño fuego”. “La lengua es un fuego, un mundo de maldad, la lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”. (Santiago 3:5-6). Terribles palabras, pero grandiosa verdad. Cuantos movidos por la ignorancia, el enojo, el celo, la envidia y el odio han manchado con palabras la imagen de un ser humano. Lo peor de todo esto es que muchos con la misma boca que bendicen a Dios, maldicen a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. Santiago 3. ¡Cuidado con tus palabras! Proverbios 13:3 dice: “El que guarda su boca, guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad”.
Hay muchos que sin darse cuenta se están haciendo mucho daño condenándose a sí mismo con sus propias palabras. Yo tengo una norma en mi vida que he tratado de seguir y es que evito responder a las provocaciones por las críticas destructivas de personas que no pueden controlar y refrenar su lengua de proferir condenación sin tener todos los elementos de juicios a la mano. Yo se que el enemigo desea que yo me justifique desmintiendo a mi prójimo en su observación y le eche por tierra su imagen. Pero yo me mantengo firme en lo que la Biblia enseña que no juzgues para que no seas juzgado. Es una pena que personas que reflejaron piedad de la noche a la mañana estén hablando sin misericordia de su prójimo enciendendo un fuego, que están destruyendo y matando, amparados en sus experiencias negativas con la persona en cuestión, sin recordar las experiencias positivas que a través de las relaciones humanas vivieron. Tu eres bueno mientras estés disponible a la necesidad de tu prójimo 24 horas al día; el día que no estés disponible eres malo y por tal razón hay licencia para abrir la boca y hablar cosas que no edifican ni dan gracia al oyente. Efesios 4:29 dice “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes”. La palabra corrompida significa, dañina, alterada, descompuesta, perversa y viciosa. Amado, cuidado con tus palabras. Si no estas edificando y trayendo gracia, que es gentileza, gozo, alegría, compasión, caridad y favor, entonces estas destruyendo y trayendo desgracia a tu vida, porque lo que tu siembras es lo que has de cosechar. Eclesiastés 10:12 dice “Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, más los labios del necio causan su propia ruina”. Es importante que dejemos claro otro punto, y es que debemos saber la diferencia que hay entre hablar y confesar. He oído muchas veces a personas decir: ¡Cuidado con las confesiones negativas! Vamos a definir lo que es una confesión. Confesar es manifestar algo que se ha mantenido oculto. Declarar la verdad obligado por las circunstancias. Reconocer uno lo que no puede negar por motivo de la razón fe, etc. Así que cuando hay una confesión esta de por sí es positiva, porque si lo que expresa es negativo entonces dejó de ser una confesión y lo que se hizo fue expresar un pensamiento o articular palabras. ¿Qué es hablar? Es articular palabras, expresar un pensamiento, comunicar, decir o hablar por hablar. Lamentablemente muchas veces se dicen cosas sin fundamento que rayan en errores lamentables que afectan nuestras vidas físicamente y espiritualmente; por ejemplo: Yo no sirvo para nada, no tengo perdón de Dios, me estoy muriendo, Dios no me oye, Dios no me oye, etc. Hay que tener cuidado, yo creo que es más saludable confesar que somos hijos de Dios, herederos de El, lavados por su sangre y redimidos por su poder que decir yo no sirvo para nada o yo no soy nadie. La confesión tiene gran poder cuando reconocemos algo que no podemos negar y es que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13). Lee Romanos 10:8-9 y veras que la confesión trae salvación.“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Una palabra cruel, puede destruir una vida.
Una palabra amarga, puede crear odio.
Una palabra brutal, puede golpear y matar.
Una palabra agradable, puede suavizar el camino.
Una palabra a tiempo, puede ahorrar un esfuerzo.
Una palabra alegre, puede iluminar el día.
Una palabra con amor y cariño, puede curar y bendecir.
Que Dios te Bendiga.
"La Advertencia Sigue Vigente"
Textos de Introducción:Marcos 8:31:32“Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo de Hombre padecer mucho; y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar despúes de tres días. Esto les decia claramente.”Lucas 9:44“Haced que os penetren bién en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombre.”Marcos 13:35-36“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el Señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, al canto del gallo, o a la mañana; pero que Cuando venga de repente, no os halle durmiendo.”
Introducción al Mensaje:Estamos en la celebración de uno de los momentos más gloriosos del cristianismo; La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Es importante comprender, que nunca la intención de Dios al crear al hombre fué que desobedeciera pecando contra El. El hombre fué creado con la capacidad de escoger, tenía libre albedrío; engañado por enemigo de Dios, este hombre que había sido creado a su imagen y semejanza para destruir la maldad; fué destruído por ella misma al de vista egoísta. (Génesis 3:1-24). Siempre he creído que el hombre fué creado con un plan maravillosa, pero aun que el falló, Dios hizo posible su plan al permitir que su hijo unigénito se encarnara para derrotar la maldad, y la muerte eternamente. La humanidad estaba condenada a muerte en la cruz de Jesucristo, se compró a precio de sangre la redención y el perdón de la humanidad. Romanos 6:23 dice: “La paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eternal”. Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, más tenga vida eternal.” Tambiém nos dice en Romanos 5:18 “Así que, como por la transgression de uno (Adán) vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno (Jesucristo) vino a todos los hombres la justificación de vida.” Ahora bién es importante comprender que Cristo no se quedó en la tumba, era necesario que el resucitara.PRIMERO porque su resurección confirmó que El es Hijo de Dios, Eterno Señor y Rey en el perfecto cumplimiento de las Sagradas Escrituras (Salmo 49:15), (Salmo 16:10). En Jn. 11:25 Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá.”SEGUNDO, en 1ra Pedro 1:3 dice: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurección de Jesucristo de los muertos.”TERCERO, porque en varias ocasiones tuvo el cuidado de explicarle con lujo de detalles a sus discípulos que iba a ser crucificado pero que al tercer día iba a resucitar.
Lo interesante de todo esto fué que le advirtió a los discípiulos de su muerta pero tambiém de su resurrección dándoles claramente el día exacto de este evento y lamentablemente cuando fué depositado en la tumba, ninguno de sus discípulos estuvieron allí para verlo resucitar. ¿Cómo es posible que despúes de tantas advertencias nadie estuviera allí para verlo resucitar? Los mismos angeles se asombraron de ver que las mujeres vinieron a la tumba con especies aromáticas hasta el punto de decirles, ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea. ¿Acordaos?, ¿Por qué se les olvidó la advertencia de su resurrección? Tantas veces que el Maestro se sentó con ellos para explicarles como sería aprisionado, vituperado, blasfemado y ellos habiendo experimentado todos estos sucesos se olvidaron que El les advirtió que al tercer día de su muerte resucitaría.Hoy estamos viviendo una experiencia similar con respecto a el olvido de las advertencias de Dios. Hace siglos que Dios a través se sus profetas viene adviertiéndole a la iglesia y al mundo todos los acontecimientos de relevancia que han marcado historia en la humanidad. Guerras, rumores de guerras, pestilencia, hambre, falsos cristos, terremotos y sobretodo el cumplimiento profético de la restauración del pueblo de Israel y su retorno a la ciudad santa, no es otra cosa que la antesala del retorno del Hijo de Dios. Hermanos y amigos, ¿vamos a cometer el mismo error que cometieron los discípulos de olvidarnos que el mismo Señor Jesucristo nos advirtió de los sucesos que habrían de acontecer antes de su venida?¿ No se han dado cuenta ustedes de como aún a través de las noticias mundiales Dios nos está advirtiendo que el Rey ya viene? Ahora mismo estamos en medio de un conflicto bélico donde las naciones unidas han tenido que envolverse en contra de Yugoslavia por la invasión de Kosovo y esto ha provocado que aún Rusia se esté levantando en contra de la decisión de las Naciones Unidas agravando la situación hasta el punto de poderse desarrollar una tercera guerra mundial. Es mi recomiendación que nos mantegamos orientados y al día con los sucesos mundiales porque Dios nos está advirtiendo que el levantamiento de la iglesia está cerca y que debemos estar preparados para el encuentro con nuestro Dios.
No te pierdas este suceso.
¡Dios les bendiga!
“Requisitos Divinos”
¡Anímate!
Textos de Introducción:Habacuc 3:12 dice:12 “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia”.
Introducción al mensaje:Si hay algo que afecta al ser humano, hasta el punto de provocar derrotas ante el reto de la vida; eso se llama desánimo. El desánimo es como una enfermedad que ditiene el progreso, las aspiraciones, las ilusiones de una vida que se fijó unas metas, unos objetivos pero que circunstancias muchas veces ajenas, le han provocado un estado de ánimo decaído sin espíritu de lucha.El desánimo provoca un estado de depresión, que comienza a consumir la razón de vivir de un ser humano hasta llevarlo a un estado de frustación, pena, dolor y amargura, estallando en una queja que lo hunde hasta el punto de la perdida total de alcanzar y retener el derecho de ser feliz.
Es una pen aver personas inteligentes con grandes capacidad y habilidades atadas por el desánimo, y lo peor de todo esto es ver a los que han recibido el conocimiento de la verdad de Dios, sumergidos en un estado emocional donde ni la fe ni la esperanza entan presentes en sus vidas; sino que por el contrario todo lo que se oye es una queja, un lamento y un señalamento de culpa al prójimo o a Dios, por la situación desesperante y desagradable que se vive. Muchas veces siendo ellos los mismos culpables de su frustación. Yo puedo entender que hay circunstancias en la vida que pueden desanimar a un padre o madre, hijo, hermano, etc. Pero ¡por qué permitir que esa situación nos afecte hasta el punto de rendirmos en los brazos de la muerte emocional? ¿Dónde están las enseñanzas bíblicas que nos amonestan a mantenermos peleando en la batalla de la fe? El Profeta Habacuc, era un hombre de Dios, líder de la adoración y alabanza, conocedor de las promesas de Dios y testigo del poder de Dios. Su falta de paciencia, fe y esperanza lo llevó al punto de la desesperación que terminó llevandolo as desánimo que se apodera del que decide dares por vencido ante el reto de la vida. Fue tan grande su frustación que comenzó a quejarse ante Dios (Leer Habacuc 1:2-4) hasta el punto de custionarle a Dios porque permitía las experiencias negativas que estaba viviendo. Protestó hasta el punto de molestar a Dios, una condición muy común en las personas que pierden la vision spiritual para mirar el futuro controlado por Dios y no por el destino incierto. Protestó, como el que no tiene memoria para recorder los beneficios que ha recibido de parte de Dios, porque vive constantemente esclavizado a su presente de pruebas y luchas sin mirar su pasado de victorias y su futuro de bendición, porque confió en lo que Dios le prometió (Leer Habacuc 1:12-13).Habacuc estaba tan confundido por su estado emocional que le preguntó a Dios lo seguiente: Habacuc 1:13 ¿Por que ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al mas justo que él?No se si usted sabe lo que es un impío, pero un impío es uno que era pío, que dejó de ser pío para ser impío. En otras palabras, uno que antes era creyente, era parte de nuestra familia, pero que de la noche a la mañana se torna en nuestro enemigo. Habacuc en su desesperación casi retó a Dios a que le respondiera ¿Por qué? Una expression muy común de los seres humanos esclavos de la depression. ¿Porqué esto? ¿Porqué aquello? En Habacuc 2:1, el le dice a Dios: “Velaré para ver lo que se me dirá a mi queja?” Y Dios en su misericordia (acción de Dios que no merecemos), le respondió (Leer Habacuc 2:2-4): “El justo por la fe vivirá”. En otras palabras, todas las circunstancias de dolor, tristeza y amarguras hay que filtrarlas a través de la fe inquebrantable de que:
• Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
• Que ningún arma forjada contra tí prosperará. (Isaías 54:17)
• Que Jehová es mi Pastor y nada me faltará. (Salmo 23:1)Recuerda que Cristo dijo: “No os dejaré huerfanos, sino que enviaré el Espíritu Santo el Consolador para que esté con vosotros todos los días de vuestras vidas”. (Juan 14:18). Por lo tanto: “Si Dios es con nosotros, quien contra nosotros”.
• La fe en Dios y su palabra es la que nos mantiene vivos.
• Sin fe es imposible agradar a Dios.Lo ultimo que le dijo Jehová a Habacuc fué: Jehová está en su santo templo; calle delante de El toda la tierra”. (Habacuc 2:20)En otras palabras si estoy en tí, callate no te quejes, estoy contigo no abras tu boca para confesar negativo.Habacuc aprendió la lección y pidió a Dios que lo avivara, animara y reviviera hasta el punto de que cuando se asomó la crisis de Nuevo, el pudo decir estas palabras,“Oh Jehovah, he oído tu fama; he considerado tu obra, oh Jehovah. Avívala en medio de los tiempos; en medio de los tiempos hazla conocer! En medio de la ira acuérdate de tener misericordia” (Habacuc 3:2).
¡Iglesia Anímate!Y alegrate en el Dios de tu salvación.
Pastor Nick Acevedo.
Las Siete Promesas para los Vencedores
Las Siete Promesas para los Vencedores
Textos de Introducción
1ra Juan 5:4-5: 4Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
5¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Introducción al mensaje:
El texto bíblico comienza con una aseveración: Todo lo que es nacido de Dios. ¿Qué es un nacido de Dios? Un nacido de Dios no es otra cosa que un hijo de Dios. Ahora bién deseo
establecer algo que suena un poco antipático, pero, no todo el mundo es hijo de Dios. Todos somos criaturas de Dios, pero hay una gran diferencia entre ser una criatura de Dios (porque
todo lo que existe fue creado por Dios) a ser un Hijo de Dios.
Para ser hijo de Dios hay que seguir un proceso, hay que; reconocer que El es Dios, El nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. (Salmo 100:3). Hay que humillarse bajo la poderosa mano
de Dios para que El nos exalte, (1ra Pedro 5:6) de una posición de esclavos del pecado a hijos. Gálatas 4:4-7 habla de ese milagro transformador, no dejando de establecer que bién
claramente dice Gálatas 4:7, “Así que, ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”. Muchas personas piensan que por creer en Dios eso le da el
derecho de ser hijos de Dios, pero es importante entender que no basta creer, hay que recibir lo que se cree, la Biblia dice en Juan 1:12, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Es importante que usted entienda que hay que recibir al Señor Jesús como Salvador personal y confesarlo como Señor. Romanos 10:9 dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. El que siente la salvación sabe que es hijo de Dios. Romanos 8:16 dice: “El espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”. Así que tú puedes saber si eres hijo de Dios porque se siente. Ahora, tu como hijo debes aceptar que, “todo lo que es nacido de Dios vence al
mundo”. Los hijos de Dios deben mantener ante el reto de la vida, el mundo y todo lo que conlleva ser un ser viviente, un “status” de vencedor, triunfador y conquistador. ¿Qué es el
mundo? No es solamente lo mundano, en otras palabras el pecado, por que no hemos sido llamados solamente a vencer la tentación que nos pueda llevar a pecar contra Dios, sino que
hay que vencer actitudes, características predominantes que dañan nuestra imagen o proyección como hijos de Dios, las enfermedades que crean un sentido de rebeldía hacia Dios, como si el fuera el culpable de la enfermedad o situación que nos aqueja. Sí, el mundo es lo mundano, las tentaciones, las actitudes negativas controladas por los frutos de la carne, la
irresponsabilidad que muchos asumen ante su compromiso moral con la sociedad y Dios, la falta de espíritu de lucha y deseo de ser útiles para Dios, (la Biblia también dice que es pecado
saber hacer lo bueno y no hacerlo, Santiago 4:17) y el amor a las cosas del mundo. 2 Jn. 2:15 dice: “No améis al mundo, o las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él”. Todo esto y mucho más es lo que anda como león rugiente buscando a quién devorar. (1ra Pedro 5:8-10). ¡No te dejes vencer! Si eres hijo de Dios, como
hijo de Dios vence al mundo. La palabra vence significa ganar, derrotar, triunfar, aventajar, superar, dominar, destrozar. Así que todo el que es hijo de Dios está llamado a ser un vencedor,
no un perdedor y mucho menos un derrotado. Tiene usted una idea de lo que es un perdedor; es uno que a veces gana y otras pierde, uno que hoy está en victoria, mañana está como Dios
quiere, como si Dios quisiera vernos afligidos, agobiados, desmoralizados y en pecado. No y mil veces no. Dios desea que tú estés en victoria brillando para su gloria. Un perdedor dice el
diccionario que es un desorientado, malgastador, frustrado, náufrago, hundido y mal parado. ¿Estas tu desorientado por que has dejado de orientarte en la Palabra, por que malgastas tu
precioso tiempo, habilidades y destrezas en cosas mundanas y que no tienen provecho? ¿Eres tu náufrago por que recientes la autoridad de tus líderes espirituales y sobretodo las de Dios y
no le permites que te guíe con el timón del Espíritu Santo? ¿Estás mal parado con Dios por que andas por otro camino, ofendiendo a Dios en tu proceder? Dios no quiere que tú seas un
perdedor y mucho menos un derrotado. (Un derrotado es un pobre arruinado, un fracasado, un vencido) Dios quiere que tú seas un vencedor. Recuerda: “Todo lo que es nacido de Dios
vence al mundo y esta es la victoria que ha vencido al mundo nuestra fe”.
Usted tiene que mantener su fe y su vista puesta en Dios y su Palabra, vivir de acuerdo a los estatutos de Dios y declararle guerra al enemigo de las almas para poder disfrutar de las siete
promesas que hay para los vencedores.
1. Dios te dará a comer de árbol de la vida. (Apocalipsis 2:7) En otras palabras te dará vida y razón para vivir.
2. No sufrirás daño de la segunda muerte. (Apocalipsis 2:11).
3. Te dará de comer del maná escondido, y te dará un nombre nuevo. (Apocalipsis 2:17).
4. Te dará autoridad sobre las naciones. (Apocalipsis 2:26).
5. Te vestirá de blanco y no borrará tu nombre del libro de la vida. (Apocalipsis 3:5). ¡Cuidado! Una vez salvo, siempre salvo no cabe aquí, si pierdes tu batalla con el mundo tu nombre
será borrado, la salvación permanece solo para los vencedores y los que cuidan su salvación.
6. El te dará que te sientes en su trono. Yo no sé en que lado del trono tu te piensas sentar, pero por fe yo declaro que será al lado derecho de Cristo, porque claramente dice
Apocalipsis 3:21 “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mí trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Marcos 16:19).
7. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y el será mi hijo. (Apocalipsis 21:7) ¡Aleluya!
Lee Romanos 8:35-39 y has tuya esa declaración.
Que no desmaye tu fe, sé un vencedor
y mantén tu título como Hijo de Dios.